A diferencia de nudismo convencional, cuyos participes se exhiben en clubes o playas, los "urbanudistas" prefieren salir a hacer "vida normal" en el espacio urbano. "Este es, básicamente, un proyecto fotográfico que empezó en Barcelona y siguió en Buenos Aires. Recoge las reacciones que genera en la gente ver a alguien desnudo haciendo lo mismo que alguien que está vestido", explica Paula Brindisi.

"Con actitudes normales, sin ser sexual, tiene un fin artístico, expresar la reacción de la gente, ridiculizar esta sensación que tiene la gente de ver a alguien desnudo", detalló la promotora de esta sorprendente iniciativa en la Ciudad. Brindisi se paseó ayer sin ropas junto a la joven Itania Tagliani por las calles de San Juan y Boedo y recorrieron sin tapujos esta tradicional zona porteña. Se tomaron fotos en una carnicería, apreciaron un puesto de flores y de diarios y hasta se atrevieron a cruzar la avenida e ingresar en el subte.

En las 25 producciones realizadas, efectuadas entre Argentina y España, siempre participaron el mismo número de "modelos" y de fotógrafos. "El objetivo de estas intervenciones es que se reflexione sobre nuestros prejuicios", analiza Brindisi. Las sesiones de fotos están compiladas en un libro online y se pueden apreciar también en el sitio oficial de este movimiento.

"Lo interesante de estas intervenciones, por ejemplo, es que hoy no hubo nadie en contra. La gente nos decía que le alegramos la mañana y hasta nos aplaudieron en dos oportunidades. Lo entendieron como arte. Pero en otras oportunidades me pasó que haya gente que se espante. Estuvimos una hora y media desnudas. Fueron muy receptivos esta vez, pero cuando se genera polémica, me encanta lo mismo. Me gusta que lo que hago genere cosas en la gente y concientice. ¿Por qué un hombre puede andar por la calle sin remera y las mujeres no?", manifestó Brindisi.