El Reveillón, la fiesta de Año Nuevo en Río de Janeiro, es junto al carnaval carioca la celebración más vistosa y popular de la ciudad, y para este año se espera que concentre unos tres millones de vecinos y turistas con epicentro en la playa de Copacabana, anunció este lunes el alcalde local, Marcelo Crivella

El Riotur -organismo de turismo de esa ciudad brasileña- informó que tras haber reunido el año pasado 2,8 millones de personas, esperan subir ese número, con más escenarios, fuegos artificiales en los barrios y la incorporación de un concierto de música cristiana a los de samba, pop y funk para recibir a 2020.

Con una inversión de más de 2 millones de dólares y la organización conjunta de los sectores público y privado, también se hará un homenaje al patrimonio arquitectónico de la ciudad, un adelanto del carnaval, habrá seguridad reforzada y un megaoperativo para el reciclaje de la basura.

“No existe una fiesta en el mundo que reúna a tres millones de personas, como la de la playa de Copacabana y estamos trabajando para superar los números de 2019, y lo lograremos”, dijo Crivella en rueda de prensa, en referencia al Reveillón, que se realiza desde 1980.

La celebración en la playa de Copacabana empezará el 31 de diciembre a las 19, con los primeros shows artísticos sobre cuatro escenarios, el principal frente al hotel Belmond Copacabana Palace y el resto en Leme, en la calle Hilario de Gouveia y entre las calles Bolívar y Barão de Ipanema.

A la hora cero del 1 de enero, la exhibición tradicional de fuegos artificiales en Copacabana tendrá una duración de 14 minutos, lanzada desde 10 barcazas en el mar con 16,9 toneladas de artículos de pirotecnia, y será acompañada de una banda sonora sincronizada.

En el escenario principal habrá números en vivo y en los otros serán los DJs quienes animarán a la multitud con su música.

El lema de la fiesta será, "Amor a cada vista", una alegoría a las bellezas naturales y arquitectónicas de Río de Janeiro, ciudad declarada Capital Mundial de la Arquitectura 2020, por la Unesco y la Unión Internacional de Arquitectos.

La novedad este año será la presencia de artistas del género “gospel”, como se conoce a la música evangélica o cristiana, junto a los ritmos ya habituales, como pop, funk y samba.

“Por primera vez le daremos espacio a la canción “gospel”, que en nuestra ciudad tiene mucho éxito en las radios”, dijo Crivella, quien es también pastor evangélico y cantautor de música cristiana.

A lo largo de los 4 kilómetros de la avenida Atlántica se instalarán siete pantallas gigantes para que el público pueda seguir los shows musicales y habrá 16 torres de comunicación con sonido, 800 baños químicos, cuatro estaciones médicas y 30 torres de la Policía Militar.