En esta oportunidad, el paraguas tiene otro fin: protegerse de un enorme búho que desde hace tres semanas tiene aterrorizados a los habitantes de Purmerend.

El último ataque del búho real (Bubo bubo), que con sus alas extendidas puede llegar a medir hasta dos metros, fue el martes por la noche. En esa oportunidad, el animal embistió contra dos integrantes de un club de atletismo, los cuales tuvieron que ser hospitalizados, uno de ellos con seis puntos en la cabeza. Tras el episodio, la institución deportiva decidió suspender sus entrenamientos hasta nuevo aviso.
En tanto, trabajadores y residentes de un centro para personas discapacitadas también fueron víctimas de un total de 15 ataques, según la BBC de Londres. "Durante el día no hay problema, pero por la noche sólo nos aventuramos afuera armados con paraguas, cascos, sombreros y lo que sea que sirva para protegernos", explicó Liselotte de Bruijin, vocero de la institución.

"El problema es que no escuchas al búho hasta que ataca. Y sus garras son muy afiladas", agregó.

Por su parte, Gejo Wassink, de la fundación holandesa dedicada a búhos y lechuzas OWN, explicó que el comportamiento del ave -que se sospecha es una hembra- es inusual. "He estudiado al Bubo bubo aquí y en Alemania Occidental y visito cerca de 50 nidos por año. Nunca fui atacado por un búho real", aseguró a la BBC.

Según el especialista, es probable que el animal se haya escapado. "Puede que recuerde que es posible conseguir alimentos de los humanos. Por eso, estos no son ataques. Lo que quiere es acercarse a la gente para conseguir comida", comentó Wassink.

En tanto, desde la alcaldía de Purmerend informaron que están buscando una solución al problema. Las autoridades dijeron que van a atrapar al animal, aunque antes tendrán que obtener un permiso especial ya que el Bubo bubo es una especie protegida.

Mientras las autoridades buscan una solución, los habitantes no tendrán otra opción que salir protegidos a la noche o quedarse en sus casas.